Arrestado con cargos de distribución de drogas después de recoger un paquete de éxtasis, Jason Collins, de 18 años, se enfrenta a una condena de 30 años en una prisión federal. Pero el padre de Jason, John (Dwayne Johnson), sabe que su hijo no es un traficante, y se compromete a hacer todo lo posible para que pueda recuperar su libertad. Cuando Jason rechaza una oferta de reducción de condena a cambio de denunciar a los traficantes, John llega a un acuerdo con la abogada Joanne Keeghan para que le permita infiltrarse en la organización y reunir pruebas suficientes para condenar a los verdaderos culpables.